miércoles, 20 de julio de 2011

La Vida de el Apostol Pedro

Hermanos y amigos, que el Dios verdadero (Padre, Hijo y Espíritu Santo) les bendiga a todos, Mateo 28:19, en esta oportunidad hablaremos con el tema: “La vida del apóstol Pedro, antes y después de su encuentro con Jesucristo”, esperando les sea de edificación.
Bien, comenzamos diciendo que el término apóstol, significa mensajero. Persona encargada de realizar una misión exclusiva. Pedro (mensajero de Jesucristo) fue llamado por el Señor con el propósito de ser un servidor de Dios, según Mateo 4:18 y 19.
Ahora bien, en el momento que el Señor Jesucristo hace el llamado a Pedro, éste se dedicaba al trabajo de la pesca de mar y no era ni fue nunca sacerdote, ni dirigía ninguna congregación religiosa, según Mar­cos 1:16 al 18.
En este mismo sentido, el apóstol Pedro al igual que los demás apóstoles, nació en Israel como también el Señor Jesucristo, en la región de Galilea, como lo confirman los escritores bíblicos, según Mateo 10:6 y 7; Lucas 5:8 al 11; Mateo 15:23 y 24 y Marcos 1:16.
Hermanos y amigos, en diversas ocasiones el apóstol Pedro, junto a sus compañeros fue enviado a predicar en diferen­tes ciudades de Israel, donde el Señor, por su extensa labor, no pudiendo ir personalmente envió a sus discípulos, según Mateo 10:1 al 7; Marcos 3:14 al 16.
Por otro lado, después del encuentro de Pedro con el Hijo de Dios, comenzaron una serie de experiencias so­brenaturales por medio del Espíritu Santo tratando en la vida de este apóstol, entre ellas: 1.- Entender que Jesús era el Cristo y Salvador del Mundo (Mateo 16:13 al 20); 2.- Caminar sobre las aguas del mar, por medio del poder de Dios, (Mateo 14:28 al 32). El apóstol Pedro por su carácter impulsivo y su vida abituada al pecado cometió errores que más adelante con la ayuda de Dios logró superar, entre ellos, por su orgullo personal y confiando en su propio fuerza, dijo que no negaría al Señor, pero al final falló tres veces, situación que le costó dolo­rosas lágrimas; también producto de la ira hirió en una ocasión una persona, según Mateo 26:69 al 75 y Juan 18:10 al 11.
Mis queridos hermanos y amigos, luego de que el Señor Jesucristo resucitó, apare­ció a sus discípulos y encargó a Pedro pastorear los demás discípulos e instruirlos en la voluntad de Dios expresada en las Sagradas Escrituras. Aclaramos que Jesucristo como Sacerdote sentado a la derecha del Padre intercediendo por los pecados de aquellos que le obedecen no delegó a Pedro el Sacerdocio, sino simplemente trabajar como pas­tor, según Juan 21:15 al 19.
Hermanos y amigos, la labor del apóstol Pedro como servidor de Jesucristo está plazmada en las Sagradas Escri­ras. Luego de recibir el bautismo del Espíritu Santo su vida cambió; siendo ejemplo de conducta para los hermanos en Cristo y realizando el trabajo que se le encomendó de parte de Dios, según las citas iguientes: Hechos 1:15 al 26; Hechos 3:1 al 10;
Hechos 3:11 al 26; Hechos 4:1 al 22; Hechos 5:17 142; Hechos 8:14a124; Hechos 10:1 a148; Hechos 11:1 al 18; Hechos 12:1 al 19; Hechos 15:6 al 14.
Tenemos también acerca del apóstol Pedro, prod­ucto de su interés en el bienestar de la Iglesia de Jesucristo, dos cartas contenidas en el Nuevo Tes­tamento escritas por él e inspiradas por el Espíritu Santo, en las cuales exhorta a los hermanos a vivir una vida santa y apartada del mal, a guardarse de los falsos cristianos que entrarían en la congregación, mantener la esperanza de la vida eterna y esperar el retorno del Hijo de Dios, según la 1ra. y 2da. Carta del apóstol Pedro.
Hermanos y amigos el apóstol Pedro murió en la nación Israel donde se dedicó a 1a predicación del Evangelio de Jesucristo y la enseñanza general de la palabra de Dios, como pastor. La Biblia no reg­istra todos los detalles de la vida personal de Pedro, sabemos que era casado y con suegra, como lo dice en Mateo 8:14.
Ahora bien, la vida del apóstol Pedro está registrada ­en las Sagradas Escrituras para nuestra enseña­nza y edificación y la vida de cada ser humano se está registrando en los Cielos; Pedro después que aceptó a Jesucristo como su Salvador y jefe tuvo sus fallos, pero Dios le ayudó a corregirlos y vemos todo lo que hizo en beneficio de la obra del Señor.
En la actualidad no se conserva una imagen o foto del apóstol Pedro ni de ninguno de los personajes bíblicos, las imágenes que aparecen simplemente son imaginaciones de los pin­tores y escultores, ya que la vida del apóstol Pedro en esos tiempos era estimada en nada por los gobernantes, además de que no había cámara fotográficapara esa época.
¿Se preocupa usted por agradar a Dios?
¿Ha pensado en aceptar a Jesucristo como su salvador y jefe?
¿Cuántas veces ha leído el manual del Señor Jesucristo, hoy conocido como el Nuevo Testamento?
¿Qué le han dicho del apóstol Pedro que con­tradiga lo expresado en la Biblia?
Concluyendo, usted y yo podemos estar junto a Pedro un día y también a los otros apóstoles que como él vivieron de acuerdo a las demandas del Hijo de Dios, pero puede estar también en el lugar de aquellos que no buscaron a Jesucristo como Salvador, tales como Herodes, Judas, Poncio Pilato, Caifás el sumo sacerdote y otros más, depende­rá de cómo nos conduzcamos en esta vida delante de Dios.

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