martes, 28 de junio de 2011

La Armadura de Dios

Efesios 6: 10,20
10 Por lo demás, hermano míos, fortaleceos
en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que
Podáis estar firmes contra las asechanzas del
diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra
Los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las
Regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
Para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad., pues, firmes, ceñidos vuestros lomos
Con la verdad, y vestidos con la coraza de
Justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio
De la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que
Podáis apagar todos los dardos de fuego del
Maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada
Del espíritu, que es la palabra de Dios;
18 orando en todo tiempo con toda oración y
Súplica en el espíritu, y velando en ello con toda
Perseverancia y súplica por todos los santos.
19 y por mi, a fin de que al abrir mi boca me sea
dada palabra para dar a conocer con denuedo el
Misterio del evangelio,
20 por lo cual soy embajador en cadenas; que
Con denuedo hable de él, como debo hablar.

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